La palabra estremecida
A la mujer, siempre a ti
Para ti no tendría tres palabras
sino la Palabra , alquimia de la piel…
Y toda palabra inolvidable comienza
con el movimiento de un río.
De un río silente y soterrado
que se ramifica en tus labios,
en las dulces cascadas de tus pechos.
Para ti sería mi única palabra
el zigzag de los helechos, los movimientos lunares,
el crujir de los trigales al despuntar el alba.
Para ti serían, en resumen,
todas mis razones de redención
a flor de piel.
Para ti que eres mi musa, mi música,
mi tabernáculo donde se inmolan los hijos del deseo.
Y un antiguo murmullo se dilata, se fermenta con la noche
Éxtasis de dos, abandono, silencio,
paraíso recuperado en las llanuras de tu vientre.
La palabra galopa en el huerto de tus ojos
en el húmedo costado, allí donde nace el himno
que estremece la carne
y que en silencio nos redime.
No hay comentarios:
Publicar un comentario